Es oscuro, no hay nada dentro esa oscuridad,
año tras año ha sido un caminar hacia la luz.
Han sido idas y encuentros, lugares de grandes
tesoros, curanderos que brillaban como estrellas en la noche más oscura, gente
querida, la simplicidad como don, el conocimiento como virtud. El oriente medio
el mundo de los árabes. Persia la esencia más fina de una nota de donde se
extrae un mundo de conocimiento. Mongolia del cielo azul, el desierto del Gobi,
la estepa el gran mar verde. China como alquimista refinada y extraña. Rusia fría
y caliente en la intimidad. El Vietnam de Hochimin, de la flor más antigua a la
cola del dragón de Halon Bay. Tailandia templos de oro de Asia. La Birmania de
Ausan Su Ki, ríos de mar i plata. India, el retorno de todo, vedas, sánscrito,
templos de culto, yoghis, ayurbeda, auroville como utopía. Omán el gran
desierto, “Sahara” tráfico de especies, trafico de esclavos, al lado el reino
de Saba. Yemen tribal mirra para comer, mirra para cenar, el valor como hombre,
la mujer a la sombra. Djibouti enraizado en el tiempo el “cat” como divino. La
Etiopía de los coptos, lo sagrado como tradición, las tribus que preservan conocimientos ancestrales. Kenya silenciosa
por algo el hombre se transforma en una presa más.
Tanzania de los leones, Nyerere como espíritu.
Marruecos el de Hassan, el Polisario como estado. Mauritania de los camellos,
arenas de todos los colores. Senegal con sus baifals, ritmos del cuerpo, la
música. Camerún de los pigmeos kapsiki. Egipto de Amon-Ra, el Nilo como hilo de
la vida. La Libia de Gadafi, Tasili el retorno del más allá. Leptis Manya la
perla de los romanos. Cuba latina, la Cuba de Fidel, la caña de azúcar y el ron
acompañando el son, comemos Teti. América sideral, América del indio, la ruta
66. México de Chihuahua, desierto de Sonora, Wicholes y Taraumares, el peyote
como a Santo Grial. Venezuela en burro, Simón Bolívar, ranchitos en la
intimidad de la luz del estado. El trópico de Colombia, la gente la antigüedad
de sus paisajes, el m19, el territorio ganado. Ecuador del “llano”, la fiesta
de Otabalo, las Galápagos y Perú, el más alto los hombres del corazón de
piedra, Queros, la madrecita, la Yahuasca, el Sanpedrano, la coca, la selva,
los chamanes. Ha sido muchos momentos en pos de la obsesión, todo aquello que
no he podido retener con la retina ha sido captado por el objetivo de una
cámara. "El todo como yo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario