sábado, 14 de junio de 2014

Curriculum de mis vivencias


Es oscuro, no hay nada dentro esa oscuridad, año tras año ha sido un caminar hacia la luz.
Han sido idas y encuentros, lugares de grandes tesoros, curanderos que brillaban como estrellas en la noche más oscura, gente querida, la simplicidad como don, el conocimiento como virtud. El oriente medio el mundo de los árabes. Persia la esencia más fina de una nota de donde se extrae un mundo de conocimiento. Mongolia del cielo azul, el desierto del Gobi, la estepa el gran mar verde. China como alquimista refinada y extraña. Rusia fría y caliente en la intimidad. El Vietnam de Hochimin, de la flor más antigua a la cola del dragón de Halon Bay. Tailandia templos de oro de Asia. La Birmania de Ausan Su Ki, ríos de mar i plata. India, el retorno de todo, vedas, sánscrito, templos de culto, yoghis, ayurbeda, auroville como utopía. Omán el gran desierto, “Sahara” tráfico de especies, trafico de esclavos, al lado el reino de Saba. Yemen tribal mirra para comer, mirra para cenar, el valor como hombre, la mujer a la sombra. Djibouti enraizado en el tiempo el “cat” como divino. La Etiopía de los coptos, lo sagrado como tradición, las tribus que preservan  conocimientos ancestrales. Kenya silenciosa por algo el hombre se transforma en una presa más.
Tanzania de los leones, Nyerere como espíritu. Marruecos el de Hassan, el Polisario como estado. Mauritania de los camellos, arenas de todos los colores. Senegal con sus baifals, ritmos del cuerpo, la música. Camerún de los pigmeos kapsiki. Egipto de Amon-Ra, el Nilo como hilo de la vida. La Libia de Gadafi, Tasili el retorno del más allá. Leptis Manya la perla de los romanos. Cuba latina, la Cuba de Fidel, la caña de azúcar y el ron acompañando el son, comemos Teti. América sideral, América del indio, la ruta 66. México de Chihuahua, desierto de Sonora, Wicholes y Taraumares, el peyote como a Santo Grial. Venezuela en burro, Simón Bolívar, ranchitos en la intimidad de la luz del estado. El trópico de Colombia, la gente la antigüedad de sus paisajes, el m19, el territorio ganado. Ecuador del “llano”, la fiesta de Otabalo, las Galápagos y Perú, el más alto los hombres del corazón de piedra, Queros, la madrecita, la Yahuasca, el Sanpedrano, la coca, la selva, los chamanes. Ha sido muchos momentos en pos de la obsesión, todo aquello que no he podido retener con la retina ha sido captado por el objetivo de una cámara. "El todo como yo”.

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