Aún a pesar del empuje del mundo moderno y de las sucesivas colonizaciones, el andino ha seguido con los ritos precolombinos . El recuerdo hacia la pachamama (Madre Tierra) siempre ha estado presente en cada evento de la vida del indígena.
Como agradecimiento a los favores de la madre tierra suelen realizarse unas ofrendas llamadas pagos a la tierrao despachos. La ofrenda puede contener monedas, hojas de coca, chicha (licor) o semillas. La coca es aquí una planta sagrada que facilita la comunicación con el otro mundo, el mundo de los Apus o Espíritus que habitan en el interior de las montañas, o en las lagunas sagradas. Otro de los usos de las hojas es el de la adivinación; la disposición en que quedan al ser lanzadas al aire sobre un espacio convenido determinarán los consejos y vaticinios del especialista.
Durante las ceremonias se toca música y se baila en círculo mientras se bebe y se vierte el licor sobre la tierra en agradecimiento a sus dones. Los despachos se queman al final. En su interior pueden haber multitud de objetos, frutas, tabaco, muñecos… dependiendo de aquello que se pida o de lo que aconseje el oficiante.
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